Capítulo 5

Seguimos a Zavala de vuelta a su casa, en el interior de los restos del Omnipotente, que se estrelló hace tiempo.

"¿Recuerdas esto, Estratega? Nuestra gran victoria", dice Zavala con una media sonrisa aplastada bajo el peso de años de confinamiento. "Y la última".

Rasputín encuentra el camino a la consola y la conecta. "Aquí hay archivos que llevo años intentando descifrar. Quizá tengáis más suerte que yo", dice Zavala. Enciende una hoguera y pone agua a hervir.

"No puedo creer que Eris…", dice Ana con voz temblorosa.

"Eris no era especial. Se corrompió tan fácilmente como el resto. Vino a verme después de encontrar un artefacto en una de las pirámides de la Luna y nos engañó a todos. El Bombardeo fue su golpe maestro. Demostró que la Oscuridad destruye todo lo que toca".

Mi hermana me mira con una mezcla de complicidad y esperanza.

"¿Qué pasó ese día? No encontramos una explicación fiable", dice Ana.

"Eran demasiados. Cuando la Reina Bruja me encontró, me llamó 'el escéptico'. Me arrancó la pierna y despojó de Luz a mi Espectro. Me desechó como si fuera basura. Para Ikora fue todavía peor".

Miro a Ana, que escucha atentamente cada palabra intentando aguantar las lágrimas. Siento la necesidad de consolarla, pero la reprimo. No es mi trabajo.

"Miré al Viajero, con la esperanza de que nos salvara de esta atrocidad. Pero nos abandonó cuando más lo necesitábamos. Quise cogerlo y obligarlo a quedarse, a salvarnos, como siempre pensamos que haría. Pero no. Se fue. Los cabal destruyeron el resto".

Rasputín interrumpe. "¿Qué pasa, Rojo?", pregunta Ana.

"¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?", pregunto incorporándome.

"Dice que los planos de Ghaul para atar al Viajero y cosechar su Luz están aquí. Los está copiando".

Siento que la cabeza me da vueltas. Zavala ha tenido esta mina de oro durante mucho tiempo.

"Parece que vas a poder capturar al Viajero, después de todo", digo animadamente. "Lo traeremos de vuelta, haremos que luche y que reestablezca la Luz".

"Primero tendrás que encontrarlo", dice Ana. Percibo duda en su voz. Como si no le gustara el plan.

Rasputín habla de nuevo en ruso. "¿Qué dice?", pregunta Zavala.

"Dice que puede encontrar al Viajero", contesto. "Clovis instaló esa función como mecanismo de seguridad, por si intentaba huir".

"Aunque Rojo lo encuentre, necesitaríamos a todo un ejército para construir el dispositivo de Ghaul", dice Ana con pesimismo.

"Ana, esto es lo mejor que tenemos. ¿Me has arrastrado hasta aquí para rendirte ahora?", pregunto.

"No, tienes razón. Podemos hacerlo".

Zavala nos mira y sonríe débilmente.

"¿Qué te parece, comandante? ¿Una última aventura, por Ikora?", Ana siempre sabe qué decir.

"Bueno", responde Zavala. "Si este es el fin del mundo, mejor morir luchando".

Los ojos de Ana brillan. "Vamos a necesitar ese ejército".

"Conozco a alguien que tiene un ejército y muchos asuntos pendientes con Eris Morn", dice Zavala. "Tenemos que encontrar a Mara Sov".