Capítulo 8

Dûl Incaru te sirve veneno en un elegante juego de té de hueso de ahamkara.

"Ahora has recibido el mensaje de mi madre", dice, "pero debo reconocer que todo es pura invención. Lo he escrito con la esperanza de conocer a mi madre, de captar sus verdaderos motivos. Especular sobre sus designios es el mayor acto de veneración". Suspira pesadamente, un sonido como el de un grito que sube de un foso, mientras deja la tetera. "Sus hijos, todos nosotros, dedicamos nuestro tiempo a especular sobre las preguntas importantes. ¿Nos quiere? ¿Está orgullosa de nosotros? ¿Vacilaría durante un instante de un momento de Planck antes de sacrificarnos en algún designio cósmico?".

"Ahora, bebe, y mientras mueres y renaces, te revelaré el destino que ha preparado ella para ti, el destino adecuado y singular al que todos tus principios y propósitos te llevarán".

Para beber el veneno, sigue leyendo.

Sabe a amargo remordimiento y a sudor psicótico: un veneno para acabar con los pensamientos de lo humano, lo neohumano o la máquina. Ves el cosmos ante ti como una telaraña de luz. Filamentos de un supercúmulo galáctico brillan en las nubes de materia oscura invisible, que unen su masa entre sí. La energía oscura se abre en el espacio entre todas las cosas, en constante crecimiento, en constante expansión.

Surge la vida. La vida se propaga, lucha contra sí misma, y cambia. Grandes cosas son construidas y destruidas, pero desde tu punto de vista, observas que el vencedor de cada combate contiene en su negativo, en las marcas dejadas sobre él por el perdedor y en las formas que asumió para ganar, el registro maestro de todo lo que ha superado. La información no se puede borrar. Lo que sobreviva hasta el final del cosmos poseerá y recordará todo cuanto vino antes de él.

Esto es cierto incluso para el devorador agujero negro, que recuerda todos los secretos que engulle. Solo confesará estos secretos cuando se evapore, dentro de 10 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 años, mucho después de que todas las estrellas hayan dejado de brillar.

Perteneces a los guardianes. Debes proteger la vida.

Si toda la vida es información, y los guardianes se esfuerzan por proteger la vida, y la información se protege cuando es secreta, entonces debes convertir toda la vida en la forma más segura de todos los secretos, una que dure hasta el fin de los tiempos.

DEBES ARROJAR TODA LA VIDA QUE APRECIAS A UN AGUJERO NEGRO.