Capítulo 4

LA PROMESA LETAL DE MALKANTH

"Entonces, está dispuesto.
La Lógica nunca calará entre los indignos.
Y, que quede claro: aunque vituperamos a los que buscan el desafío, somos como ellos.
Si no por un vínculo medular o por ensangrentada divinidad…
Sí por nuestros fracasos; si no iguales a sus transgresiones, similares.
Aun así, hay honor en el conocimiento…
Solo nosotros admitimos nuestra falta de valía y así nos alzamos por encima de los que buscan la Ascensión, pero ignoran la reflexión verdadera…
Ignoran la exigencia básica de la Lógica.
Pero, ahora que mi mente está libre de trabas, digo que…
La lógica de la espada no lo es todo.
Y puede ser subvertida. Y debe serlo.
He estudiado caminos tanto respetados como depravados. El poder de Oryx, la fortaleza y la astucia de sus hermanas, el orgullo insensato de Crota y el pecado nigromántico de los repudiados.
Hace mucho tiempo que robé los conocimientos de la Tumba del Mundo. Textos conocidos y saberes secretos.
Me he preparado para este día. Para el momento en el que se demostraría el error de confiar en la regla de la fuerza, en la supervivencia de los más aptos.
Nuestra comprensión de su significado… fallida y abierta a manipulaciones por parte de aquellos dispuestos a encontrar fuerzas —y propósito— en la herejía.
Yo digo que nosotros somos ellos: los pecadores, los herejes…
Yo digo… dejadnos pecar.
Dejadnos ser los mentirosos y los conspiradores cuya verdad inventada derriba las creencias estancadas y faltas de inspiración y alumbra una nueva dinastía.
Querido Akrazul.
Querida Azavath.
Hermano.
Hermana.
Cosechemos la merecida aflicción de la recompensa a nuestro sufrimiento.
Aceptaremos la carga del dominio y soportaremos los dolores de un peso tan tremendo.
Igual que el resto soportará, al fin, la poco grata recompensa de la dura realidad de su final".