Capítulo 6

"¿Puedes no estar aquí virtualmente?". Ava era incapaz de mirar a la proyección digital a los ojos; de hecho, no estaba segura siquiera de poder hacerlo con una persona real, pero era un recordatorio tan cruel…

"No puedo", admitió Maggie. "Pero puedo pedirle a otro especialista en crisis que aún no se haya subido que venga. Tardará unos minutos. ¿Puedo quedarme contigo mientras tanto?".

Qué difícil era tomar decisiones. "Supongo".

Magnolia se sentó, situó su proyección virtual al nivel de los ojos de Ava, encima del sofá, e inspeccionó el apartamento. Sus ojos repararon en una obra de arte familiar.

"¡Guau! ¿Es un póster retro de 'Invasor de incursiones'?".

Ava intentó acomodarse. Tras una larga pausa, asintió. "Sí, era de mi abuelo. Formaba parte de una promoción para la reserva del primer juego antes de su publicación".

"¡Qué guay! ¿Tienes ganas de ver la nueva serie que están haciendo? ¡Purnadi Hassan será el Durandal perfecto!".

"Los recreativos del Emociódromo están organizando una fiesta para verla cuando todos estemos…". Prefirió no añadir "en el Arca de Nubis".

Se escuchó otro suspiro y, de nuevo, el silencio.

Pasaban los minutos.

Ava respiró hondo. "Es que da miedo, ¿sabes?".

"Lo sé", asintió Maggie.

"El mundo se va a acabar y vamos a escondernos en un mundo virtual".

"Salvar el mundo no es tu responsabilidad". Maggie colocó una de sus manos digitales sobre la de Ava. Las partículas de carga le hacían cosquillas en la piel.

"Pero el mundo se va a acabar. ¿Por qué no puedo irme un poco antes?".

Maggie se encogió de hombros. "Porque entonces te perderías la serie 'Invasor de incursiones'".

"¿Quieres que espere para ver una serie nueva? Qué idea tan…". Ava negó con la cabeza. "Tonta".

"¿Y qué? La vida es así". Maggie hizo un ademán con la mano como haciendo una vaga sugerencia. "No pasa nada por dejarse llevar. Si necesitas esos pequeños detalles para seguir adelante, no te prives de ellos".

Ava se atrevió a mirar a su acompañante virtual. "Y si la semana que viene tienes fuerzas", le dijo Maggie tranquilizándola, "a lo mejor puedes salvar el mundo entonces".