Capítulo 3

Savek volvió al campamento tan deprisa como le permitían sus piernas. Describió su descubrimiento con tanta emoción que despertó la curiosidad de Kosis. Savek era muy consciente de que no demostrar tales afirmaciones sería duramente castigado con algo peor que la pérdida de un brazo.

Reunieron a dos escoria, pero cuando los cuatro llegaron a la estructura, Savek vio que había cambiado. Antes, la oscuridad llenaba el vacío de su estructura, pero, ahora, emanaba una luz verde enfermiza. Salían hilos de humo de las aperturas, como si fuera un brasero de incienso.

Kosis avanzó para examinar el nódulo que coronaba la superficie de la árida roca. La vándalo se arrodilló junto a la estructura y vio un entramado deformado de venas saliendo de la roca y erosionándola, como si el objeto hubiera crecido en lugar de haber sido construido. Kosis hizo señas a los escoria.

El suelo temblaba y empezó a sentir una gran presión en la cabeza y detrás de los ojos. Retrocedieron y, entonces, el artificio cobró vida. Emergió de la tierra con un movimiento repentino y en espiral para luego abrirse como una terrible flor biomecánica. Hasta que la erupción no terminó, Kosis no sintió que la presión de su cabeza desaparecía.

Sin duda, era de la colmena, pero Kosis nunca había visto nada así. Puede que ese descubrimiento también fuera una novedad para la Araña. Si eso era cierto, esa pieza de tecnología viviente de la colmena valdría más que el éter. Quizá…

Kosis señaló la ahora enorme estructura de metal viviente. "Desmontadlo".