No vengas a buscarme. He matado a los tres últimos asesinos, Arac. Mataré a todos los que vengan después. Todos los que quieran expulsarme de mi guarida. Los poseídos... ja. Qué palabra tan terrible. Deberíamos llamarlos los agraciados, los benditos, los purificados.

Los poseídos tienen auténtico poder. ¿Y qué buscan los que pertenecen a mi orden? El entendimiento es poder. El poder es entendimiento.

Siempre hemos deseado ir más allá de nuestros cielos. Más allá del alcance del dios muerto que cuelga de nuestro firmamento, más allá del alcance del terrible enemigo.

He visto la cara del enemigo. Pero ese lacayo agonizante no era ningún monstruo. Estaba en éxtasis. Sentí el poder cuando mi cuchillo se clavó en el blanco. Oí su canción, solo un momento.

La oiré de nuevo. Oryx es la verdad. Y la tendré.