Eres una falange. Un escudo en la firme línea cabal, que avanza pacientemente hacia la tormenta.

Te han poseído.

Abre tus puños. Aquí nada puede hacerte daño. Este es el único lugar en el que estás seguro.

¿Qué entrenamiento te da confianza? ¿Qué reflejo guía tu brazo?

Levantas el escudo y te protege. Protege a tus hermanos y hermanas. Pero tu fuerza no es suficiente. Absorbes el castigo, pero esperas que otros lo devuelvan. Eres lento, cedes demasiado espacio a tu enemigo.

Tu escudo debe ser un arma.

Aquí tienes un cuchillo. Tiene forma de [represalia].

Coge el cuchillo. Haz un agujero. Adopta tu nueva forma.