Pensé en volver a Fundamento. Para enterarme de qué pasó con el Dios Ola, con los Monolitos de Tungsteno y con los continentes que eran lo único que quedaba del hogar primitivo de los míos.

Pero ya sé qué fue de todo aquello. Se convirtió en mí. Yo soy el heredero de Fundamento, el descendiente inmortal de esos crustáceos de diez años. Hice una pregunta: ¿Cómo podemos vivir en el universo lo suficiente para entenderlo?

Y descubrí la respuesta, que está escrita aquí, en este libro. Descubrí que debía convertirme en el más cruel de todos.

No sé de dónde vino la Oscuridad que es las Profundidades, ni el Viajero al que quiero cazar. Pero lo descubriré. Lo descubriré.

Esta es mi herencia, mi legado: eternidad, infinitud, todo el universo bajo mi espada. Esto es lo que ordeno: para siempre y una hoja.