Xivu sobre Oryx.
Susurrado por Xivu Arath,
hermana de Oryx.

TRAICIÓN. Hemos abandonado a Oryx en las Profundidades. Es nuestra obligación como señores de la colmena, hacer la guerra entre nosotros, erradicar la debilidad y afilarnos.

OBLIGACIONES. Una vez permití que Oryx me matara para que pudiera obtener la lógica de la espada y derrotar a Akka, nuestro dios. Esto me dejó atrapada en mi trono. Pero mi hermano Oryx se enfrentó al Ecúmene, y en esa guerra me describió, ya que yo también soy guerra. Y así fue como resucité.

RESURRECCIÓN. Savathûn y yo conspiramos para dejar a Oryx tirado en su expedición. Pero, en secreto, creo que seré más fuerte si puedo hacer la guerra contra Oryx. Así es como lo describo.

UNA DESCRIPCIÓN DE ORYX.

Cuando Oryx te observa, sientes que podrías desvanecerte si aparta la mirada.

La cresta del cráneo de Oryx es larga como un brazo. Durante el transcurso de su vida, un pensamiento se viene de un extremo al otro. He pintado una línea con mi sangre en su cresta para que me recuerde.

Cada uno de los colmillos de Oryx tiene la precisión de un dedo y la agudeza de un ojo.

Aunque nació en el fondo del universo y aprendió a excavar, a Oryx le han salido alas. La luz del fuego desbocado brilla a través de ellas. Oryx enseña, pero a él nadie le da lecciones.

El cuerpo de Oryx es fuerte y fibrado. Sus tendones y sus músculos son tan fuertes como sus hijos, y sus hijos son su fuerza.

Oryx lleva un atuendo de seda de gusano, hecha con el mesenterio de dioses.

La voz de Oryx puede hacer que dos números distintos sean iguales.

Mi hermano Oryx es la cosa más valiente que conozco. En Fundamento, aprendió que éramos la presa natural del universo, los seres más frágiles y desesperados. Pensó mucho en ello y encontró una forma de arreglarlo. Nos hizo fuertes. Nos llevará a la eternidad.

Mi hermano Oryx me quiere, y este amor es guerra.