En esta época de diáspora hubo una guerra entre AURYX, SAVATHÛN y XIVU ARATH.

"Hermano Auryx", dijo SAVATHÛN, "no perdones mi traición. En su lugar, ¡véngate de mí por lo que hice en la luna seca!". Y AURYX le hizo la guerra para rendir culto a las Profundidades. Entre ellos se interpuso XIVU ARATH, que dijo: "Parad o tendré que mataros. La guerra es mía y soy la más fuerte".

Así es como rendían culto.

Durante veinte mil años, lucharon por las lunas, y en las llanuras abisales, y en palacios de rayos de los espacios espada de cada uno. Y se mataron entre ellos una y otra vez para poder practicar la muerte.

Tal era su amor.

Finalmente, las lunas se acercaron a muchos mundos y llegó la hora de declarar la guerra a la vida. AURYX dijo: "Formaré una corte, y quien entre en ella podrá desafiarme. Mi corte será la Guerra Suma. Será un lugar de muerte y una escuela de la lógica de la espada que hemos aprendido de nuestros dioses".

A SAVATHÛN le pareció una excelente idea y creó una corte llamada el Sumo Aquelarre. XIVU ARATH dijo: "El mundo es mi corte, allí donde haya guerra".