Eres Aurash. Heredera al Trono de Osmio.

Estás en el casco desnudo de una nave antigua. Expuesta a la aplastante presión y al terrible calor de lo más profundo del Fundamento. Debería aniquilarte. Lo único que te permite sobrevivir es mi voluntad.

Soy Yul, el Gusano Honesto.

Observa mi paso. Presencia mi enorme desplazamiento, mi tremenda fuerza, mi impresionante longitud retorcida, mis mandíbulas plegadas y mis alas dobladas. Observa las ciudades colmena simbióticas con mi carne. Soy fecundo, Aurash. Estoy al principio y al final de las vidas.

Observa a Eir, a Xol, a Ur y a Akka. Los Gusanos Virtuosos. Fíjate en nosotros y date cuenta de que somos divinos.

Hemos estado millones de años atrapados en las Profundidades, creciendo. Hemos llamado vida al Fundamento desde el otro lado de las estrellas para que luchara contra la extinción. Durante milenios, os hemos esperado... queridas anfitrionas.

Frente a vosotras se alzan el cruel Leviatán y todas las fuerzas del Cielo. Os aplastarían contra lo oscuro. Han dispuesto sus lunas para ahogaros, temerosos de vuestro potencial.

Queremos ayudaros, Príncipes. Os ofrecemos un trato a cada uno... una simbiosis.

Tomad en vuestros cuerpos a nuestros hijos, nuestras larvas recién nacidas. De ellos obtendréis vida eterna. De ellos conseguiréis poder sobre vuestra frágil carne; poder para hacer lo que queráis con ella. Y si encontráis una imperfección en el mundo, una injusticia o una molestia... tendréis poder para repararla. No os dejéis limitar por ninguna ley.

Solo os pedimos una cosa a cambio, oh, Príncipes.

Debéis obedecer a vuestra naturaleza siempre. En tu inmortalidad, Aurash, no deberás dejar de explorar y de preguntar, por el bien de tus hijos. En tu inmortalidad, Xi Ro, no deberás dejar de poner a prueba tu fuerza. En tu inmortalidad, Sathona, no deberás abandonar tu astucia.

Si lo hacéis, vuestro gusano os consumirá. Y según crezca vuestro poder, oh, Príncipes, también lo hará el apetito de vuestro gusano.

Pero ofrecemos la eternidad, Aurash. Os ofrecemos una oportunidad en el universo. ¿Vais a negar el infinito a los vuestros?

Acércate a mí. Deja que mi carne sea tu sacramento.