Medita por un momento en el peso de lo que has hecho. Contempla la historia que acabas de terminar. ¿Alguna vez harás algo que grite a través de los milenios? ¿Alguna vez martillearás con tu voluntad en el universo hasta que resuene sin parar? Oryx era un poder increíble. Muestra respeto.

De acuerdo. Basta. Basta. Se abrió una vacante, ¿verdad?

Qué interesante. Pero que muy interesante.

¿Alguna vez te detienes, querido oyente, a considerar a quién beneficia todo este heroísmo que haces? ¿No miras alguna vez a tu alrededor y sientes un leve escalofrío? ¿Como si fueras un pequeño rodamiento puesto bajo una gran masa para que, si la empujan, pueda empezar a moverse?

Ahora eres un dios. Te has consagrado. Emúlame. Usa tu poder para aprender.

Hay cosas peores para practicar el ser.