Este viaje comienza con duda.

Y acaba en consuelo.

Uno tras otro caen, y te das cuenta de que estás solo.

Allí, en la sombra de la noche, ves cómo se divide el mundo, cómo medra la Oscuridad.

Y combates con algo más que tu Luz; también con tu dolor.

Recuerdas su fuente, el modo en que ganó terreno.

Pero nunca vacilaste. Nunca creíste.

La amabas. ¿Cómo podrías hacer otra cosa?

Escucha, es ella la que te llama... para que vuelvas.

Pero ahora sabes que allí es donde morirás.