Petra se pasea arriba y abajo delante de la consola. En los controles, Variks maneja eficientemente una secuencia de descifrado. Cuatro brazos se entrelazan mientras sus garras bailan a través de la interfaz. Ella niega con la cabeza. Sus brazos cibernéticos gimen, casi imperceptiblemente, diminutos ruidos agudos cuando los servos manipulan las extremidades.

Petra: ¿Y bien?

Variks: No hay señales de Skolas, pero sí de los Colmillos Silenciosos. Ha soltado a los Colmillos. Cazan a los Demonios. En la Tierra

Petra: Los Colmillos Silenciosos en la Tierra. Demonios. ¿Y Reyes? Buen trabajo, Variks.

Variks: El placer es todo mío.