Más allá del Arrecife, los anillos de Saturno resplandecen. Hace tiempo que olvidamos lo que aprendimos de él durante la Edad de Oro, pero una verdad más antigua aún permanece: Saturno tiene docenas de lunas, incluyendo el grandioso Titán, un mundo mayor que Mercurio.

La nave de un guardián podría, en teoría, alcanzar Saturno, especialmente con el apoyo de una embarcación grande y datos de navegación fiables. Pero los peligros del Arrecife y de la oscuridad total más allá amenazan con devorar a cualquiera que se atreva.