La vida espera en los huesos de este mundo.
Tu voz fluye a través de la roca roja y a través de los valles muertos, hablando en código y provocadoramente.
Los antiguos volcanes despiertan, estallando en sus cúspides y resquebrajándose en sus bocas. Las nubes de ceniza ennegrecen el famélico aire. Un océano de fósiles de hielo se reblandece y se colapsa. Los géiseres entran en erupción, levantando vapor y nubes.
Cada momento cuenta. Y desde la distancia, en medio de un millar de calculados desastres, contemplas la transformación con tus propios ojos.
La rosa ha florecido.