Ábrete a la Luz. Vislumbra, durante unos instantes de euforia, la verdad tras los poderes que albergas.

Un hechicero en estado de Radiancia amenaza con trascender los lazos materiales, ignorando el daño físico y canalizando un torrente de habilidades. Algunos aprenden a sublimar a los guardianes que los rodean, concediéndoles más potencia. Otros, embelesados por el poder ultratumba de los Espectros, aprenden a resurgir de la nada como el mismísimo fénix de la mitología antigua.