Hideo es un ciudadano modelo, antaño conocido por sus grandes donaciones a los niños y ancianos de la Ciudad. No obstante, desde que se pasó de la manufacturación de plastiacero a la Nueva Monarquía, se ha vuelto más privado con sus negocios y menos generoso con sus fondos. Como una de las caras más visibles de la Monarquía, Hideo habla con verdadera pasión y convicción sobre la posibilidad de un futuro unido.